Ven pronto a mis brazos,
tú, el primero de todos:
el que nada tiene,
el olvidado;
el que nada vale,
el marginado;
el que todo calla,
el sin voz.
Ven pronto a mis brazos,
tú, el primero de todos
de entre todos mis hermanos,
déjame apreciar Su rostro
a través de tu amor.
domingo, 22 de abril de 2012
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